Qué es el síndrome de la cabaña y cómo afrontarlo

Qué es el síndrome de la cabaña y cómo afrontarlo

El llamado de hoy es quedarse en casa para evitar contagios, sin embargo, hay personas que deben volver a retomar un trabajo presencial paulatinamente. Para muchos, solo el hecho de pensar en esta situación, les ha llevado a desarrollar una serie de sintomatologías que les genera malestar a nivel global, ya que consideran una verdadera amenaza salir del hogar. Esto se conoce como Síndrome de la cabaña.

El nombre de este síndrome es derivado del término “Cabin fever”, utilizado en el s.XX durante la época de los colonos, donde un médico notó algo particular en un grupo de personas cuando llegaban las épocas de primavera. Este médico se percató que existían personas que, a pesar de poder salir de sus hogares, preferían quedarse en sus casas y presentaban síntomas parecidos a los trastornos ansiosos o depresivos. Se habían acostumbrado tan bien al confinamiento que no querían salir de sus hogares, que representaba ese espacio seguro y de confort.

Entre la sintomatología que se presenta se destaca el desasosiego, nerviosismo, síntomas ansiosos y depresivos intensos, frustración, angustia, temor, falta de motivación. Además, se puede encontrar alteraciones de sueños, relacionadas con calidad y tiempo de sueño; sensación de cansancio; letargo; problemas de concentración y déficit de memoria.

Este síndrome no es un trastorno psicológico, sino una reacción natural del organismo tras llevar más de 50 días de confinamiento. Las personas más afectadas son aquellas que viven este periodo solas, adultos mayores, personas que han tenido que hacer cuarentena por causa de haber sido diagnosticados por COVID-19 o que han tenido un caso cercano de alguien diagnosticado.

Hay que tener muy presente que, ante la actual situación, los síntomas que se pueden sentir no sólo están influenciados por el miedo a salir a la calle y poder contagiarse, sino también a la forma de afrontar situaciones sociales o espacios abiertos y a la sensación de pérdida de control en estos espacios. 

Algunas personas podrán confundir los síntomas del síndrome de la cabaña con un trastorno por agorafobia o fobia social, pero principal diferencia es que en el síndrome el temor que surge en la persona es por la información que se recibe día a día, lo que genera que aprenda a que estar afuera de casa es peligroso y poco seguro.

¿Cómo afrontar el síndrome de la cabaña?

Es muy importante prestar atención a nuestro diálogo interno, evitar alimentarlo con miedo e inseguridades, ya que el miedo cumple su función de protegernos de aquello que catalogamos como peligroso.

Para afrontar estos temores te aconsejamos:

  • Realiza salidas graduales. Puedes salir a la entrada de tu casa, ir a la esquina y así ir aumentando en la complejidad.
  • Plantéate objetivos realizables. Esto te ayudará sentirse más seguro de ti mismo y podrás desmitificar ciertas creencias. Puedes hacer un listado de situaciones en la que identifiques el grado de temor o angustia que te generan ciertas actividades. Empieza con la que te genere menos malestar emocional y ve escalando poco a poco. 
  • Diseña una rutina que te permita ir adaptarte a la nueva etapa e ir acostumbrandote a las nuevas actividades que tendrás que realizar.
  • Realiza ejercicio de tipo aeróbico, yoga o meditación. Esto te permitirá mantenerte en calma y activo, y así disminuir los niveles de ansiedad que puedas sentir.
  • Mantén el contacto social. Realiza videollamadas, llama a tus seres queridos, prefiere esto a solo escribir un mensaje.
  • Expresa tus emociones. Si te sientes angustiado y que te cuesta lidiar con tus emociones, compártelas con alguien de confianza, esto te ayudará a sentirte mejor y más aliviado. Si hay niños o adolescentes en la casa, conversen sobre qué sentimientos les provoca la idea de retomar las actividades. Entre todos pueden apoyarse emocionalmente.
  • Busca apoyo profesional. Hazlo en caso de que la situación te supere y la sola idea de salir a la calle te desborda.
  • Date tiempo. Atrévete a vivenciar lo que sientes, permítete sentir las emociones que tienes y averigua qué te quieren enseñar, esto te ayudará a conocerte más 
  • Acepta el miedo. Recuerda que el miedo cumple una función adaptativa. Aceptarlo y reconocerlo, te ayudará a buscar estrategias para afrontarlo de manera efectiva

 

Si necesitas ayuda o apoyo, puedes contactar con nosotros. Estamos aquí para ayudarte y acompañarte

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