[Opinión] El té: un brebaje milenario que sigue tomando fuerza en nuestras mesas

 

 

 

Una pausa durante el día para tomar una taza de té es un hábito cada día más común en nuestro país, si bien antiguamente se tomaba el té en hojas, hoy el principal consumo es por medio de una bolsita de té que en minutos en nuestro inconsciente nos transporta a Sri Lanka, incluso a lo lejos parece que escucháramos a Rashid, de la publicidad de una marca de té.

 

Y es que, si bien el té existe hace muchos años, en Chile el consumo ha ido en aumento y nos ha posicionado dentro de los 15 principales consumidores en el mundo y el único país de Latinoamérica en consumir más té que café. Los principales importadores de té en nuestro país son Sri Lanka, Argentina, Singapur y Reino Unido. Y si bien en Chile no existe un clima propicio para el cultivo de la planta de té, desde el 2014 existe un cultivo de té en Villarrica, Región de la Araucanía.

 

“¿De qué planta es el té?” es una de las primeras preguntas que nos hacemos cuando comenzamos a profundizar en esta antigua bebida. La planta del té es la especie botánica, Camellia sinensis (L.) Kuntze, y sus diversas variedades se deben a las diferentes formas de cultivo, tipo de cosecha y procesamiento. Dentro de las más conocidas que podemos encontrar en el mercado están el té blanco, pu-erh, amarillo, verde, negro y oolong, siendo estas últimas las más consumidas en el mundo.

 

Las diferencias entre los tipos de té se dan por su grado de oxidación, otorgando diferentes características en composición y características organolépticas. Las hojas y tallos de la planta del té en su estado fresco, contiene una alta cantidad de flavanoles, conocidas como catequinas y cafeína en baja cantidad, es conocido como té verde, cuando estas hojas y tallos se oxidan dan origen al té Oolong y posteriormente al té negro, cuyo nivel de oxidación es mayor y como resultado sus concentraciones de catequinas disminuyen y da origen a otros polifenoles, las teaflavinas y tearrubiginas, que otorgan las características particulares de color y sabor al té negro.

 

Debido al importante consumo a nivel mundial y su alto contenido de antioxidantes, el té se ha convertido en un tema de interés en la investigación, la cuál ha evidenciado que un consumo regular puede estar asociado a la disminución del riesgo de enfermedades crónicas, diferentes tipos de cáncer y el potencial beneficio sobre funciones cognitivas, específicamente de la teanina y cafeína, aunque esto es algo que aún es materia de estudio.

También el consumo de té negro se ha asociado con beneficios para la salud bucal, previniendo la aparición de caries cuando se consume sin adición de azúcar. Y aún, cuando por mucho tiempo el té ha sido considerado una bebida deshidratante, se ha visto que el consumo habitual puede ayudar a una hidratación adecuada, en especial en invierno donde el consumo de agua fría se hace más difícil, tornándose una alternativa preponderante.

 

Si bien la evidencia ha mostrado prometedores beneficios de los componentes del té para la salud, existe aún limitaciones en los niveles dosis/respuesta de su consumo para lograr el impacto fisiológico esperado. Sin embargo, dada la indudable fuente de beneficios, promover el consumo adecuado de té continúa siendo una recomendación para aquellos que buscan un estilo de vida más saludable.

 

Fernanda Carrasco Marín

Nutricionista

Centro de Vida Saludable, Universidad de Concepción

 

 

1.       Ruxton C, Phillips F, Bond T. Is tea a healthy source of hydration? Nutrition Bulletin. 2015;40(3):166-76.

2.       Vuong QV. Epidemiological Evidence Linking Tea Consumption to Human Health: A Review. Critical Reviews in Food Science and Nutrition. 2014;54(4):523-36.

3.       Zhang H, Qi R, Mine Y. The impact of oolong and black tea polyphenols on human health. Food Bioscience. 2019;29:55-61.


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