[Opinión] Yoga como promotor de bienestar: más allá de la disciplina física y mental

Yoga como promotor de bienestar: más allá de la disciplina física y mental

 

El yoga es una disciplina física y mental, compuesta por una serie de técnicas que ayudan a promover el bienestar de las personas a lo largo de todo el ciclo vital. Practicar yoga nos ayuda a tener calma, hacer frente al estrés de forma más adaptativa, mejora nuestra concentración, también somos más conscientes de nosotros, de nuestra corporalidad, redescubrirnos y, además, desafiamos nuestros límites de una forma amable y consciente. En el caso de los niños y adolescentes, les ayuda a obtener mayor autocontrol en sus emociones, desarrollar habilidades sociales y calmar su mente, aumentando así su salud y su bienestar.

Y esto se convierte en algo muy importante, porque la corporalidad expresada en las asanas o posturas, los ejercicios de respiración y meditación, generan cambios a nivel cerebral y de aquellas estructuras relacionadas con el control de los impulsos y las emociones.

Hay una amplia evidencia la cual señala que la practica continua actúa a nivel de sistema nervioso simpático (SNC) y del eje hipotálámico-pituitaria- suprarrenal (HPS), ambos encargados de las respuestas que damos ante el estrés como resultado de la liberación de cortisol y catecolaminas, quienes juegan un rol importante en el manejo del estrés e incluso en nuestra salud cardiovascular. El yoga genera un efecto tranquilizante tanto en el SNC como en el eje HPS.

En contraposición de las creencias populares, existen diversas áreas dentro de esta disciplina y cada una con sus características propias, entre ellas encontramos: hatha yoga (la más conocida), vinyasa yoga, kundalini yoga, ashtanga yoga, bikram yoga, aero yoga, fitness yoga entre otras. Esta es una información importante, ya que cada vez que nos vemos enfrentados a la práctica de un ejercicio que sea constante y requieira de nuestra dedicación, encontrar la mejor estrategia que se adapte a nosotros puede llenarnos de bienestar de manera integral, es decir, a nivel físico, nivel emocional y espiritual.

Es tal la versatilidad del yoga, que puede ser usado en contextos como centros de salud, comunidades sociales, culturales, también en centros educativos y ambientes laborales. Se relacionan de forma más sana y son más asertivos ya que las habilidades sociales se potencian, no es de extrañar que niños, niñas y adolescentes que practican son más felices empáticos, amables con otros y su entorno además de resilientes.

En el contexto educativo, los niños, niñas y adolescentes aumentan su capacidad de aprender y retener los contenidos por lo que, integrar herramientas de esta práctica en el día a día, también repercutirá en su eficacia académica. ¿Pero cómo se puede integrar el yoga al aula? Es simple, podemos integrarlo por medio de las herramientas que esta práctica ofrece y que se asocian a la meditación y la relajación, mezcladas con algunas actividades más lúdicas para potenciar sus beneficios, también puede ser integrada de manera formal, por medio de un programa estructurado.

En lo laboral, el yoga nos puede entregar las pausas que necesitamos y requerimos a lo largo del día. Los ejercicios de estiramiento y respiración nos pueden brindar esa pausa necesaria para disminuir la sensación de fatiga y letargo resultante de un largo día de trabajo. ¡Y es que sí! En general, tenemos poco tiempo y las herramientas que el yoga entrega pueden ayudarnos a aumentar nuestro bienestar con acciones simples, pero altamente significativas.

En el aspecto clínico, personas con exceso de peso se verían beneficiados, pues promueven aspectos como: la mejora de la autorregulación emocional y disminuir tanto la impulsividad como los episodios de ansiedad que suelen estar presentes con frecuencia en este grupo objetivo. En pacientes con diabetes, ayudaría a regular la glicemia y a dar una mejor respuesta ante eventos percibidos como estresores. En las enfermedades cardiovasculares también se ha evidenciado una respuesta positiva, así como también en el síndrome metabólico, cáncer y ansiedad.

Es importante considerar que a pesar de todos los beneficios que el yoga entrega, no todas las personas responden de igual manera. Algunos pueden aburrirse, otros no encontrarle el sentido, e incluso, algunas personas podrían verse imposibilitados de realizarla, ya sea por temas físicos o dolores asociados a ciertas enfermedades. Es super importante conocerse y más aún, ser amable con cómo nos tratamos y abordamos las dificultades y los desafíos.

Hoy en día, hay muchos lugares que implementan pausas en las jornadas laborales para promover espacios de distención en el equipo, por lo que un desafío pendiente puede ser adoptar estos nuevos hábitos como parte de la cultura laboral, así como las pausas activas o lo momentos de break. A pesar de los esfuerzos que muchos lugares fomentan y promueven estos espacios de autocuidado, aun hoy sigue siendo un desafío integrarlos, y no solo porque la estrategia utilizada no nos acomoda o motiva, sino que, tenemos la costumbre de relegar nuestro bienestar y autocuidado en pro del rendimiento y la productividad.

Sin lugar a duda, el yoga es una práctica amigable para quien la realiza y que potencia el bienestar integral de las personas en todas las edades y en los diferentes contextos en los que se desenvuelven.

 

 

Marcia Stuardo Álvarez

Psicóloga y Monitora de yoga infantil

Centro Vida Saludable – Universidad de Concepción

 

 

Referencia:

Moratalla Isasi, S., Carrasco Galán, A., & Sánchez Romero, C. (2019). El yoga: estrategia para la mejora de la convivencia y de la participación activa en la vida social de la institución educativa en la etapa de educación inicial. Educación, 28(55), 123–144. https://doi.org/10.18800/educacion.201902.006

Alaguraja, K. & Yoga, P. (2017). Influence of yogasana practice on flexibility among obese adolescent school boys. International Journal of Yoga, Physiotherapy and Physical Education Online, 2(4) 70-71

Ross, A., & Thomas, S. (2010). The Health Benefits of Yoga and Exercise: A Review of Comparison Studies. The Journal of Alternative and Complementary Medicine, 16(1), 3–12. https://doi.org/10.1089/acm.2009.0044


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