Los estilos de vida en los niños y adolescentes en el periodo de pandemia y su impacto en la salud
Los estilos de vida en los niños y adolescentes en el periodo de pandemia y su impacto en la salud
Es de suma importancia entender que los cambios en las rutinas diarias y hábitos de salud están impactando en la salud de las personas, en particular en los niños.
[Texto original de Noticias UdeC]
El síndrome respiratorio agudo Coronavirus 2019 (COVID-19), causado por el virus Sars-CoV-2, fue declarado pandemia mundial por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo de 2020. En Latinoamérica y el Caribe se han documentado 34 millones de casos confirmados y más de 1 millón muertes. La actual pandemia ha generado un impacto global en la salud de las personas, no solo en relación con el daño que provoca el virus, sino también por los cambios que han tenido que realizar las personas en sus hábitos y conductas debido a las medidas implementadas para prevenir el contagio, como el distanciamiento físico, uso de mascarilla, lavado de manos frecuente, evitar aglomeraciones, entre otras. Adicionalmente, diferentes países optaron por medidas de confinamiento en personas contagiadas, en contactos estrechos y de forma preventiva en la población general.
En este contexto, los estilos de vida considerados saludables se han visto disminuidos y se han tenido que adaptar a las nuevas necesidades durante el confinamiento. Particularmente en jóvenes, se ha observado un incremento del tiempo de uso de pantalla e internet y una disminución del tiempo dedicado a la práctica de actividad física, lo que ha provocado un aumento del sobrepeso y obesidad. Además, se ha evidenciado un aumento de los trastornos de sueño, así como un aumento de la sintomatología depresiva y ansiosa. A modo de ejemplo, un estudio realizado por la Sociedad Chilena de Obesidad demostró que los niños podrían haber ganado un kilo de grasa durante la pandemia debido a los cambios en el horario de sueño y alimenticios. Esta población etaria es especialmente vulnerable por no ser consciente del impacto que implica ganar peso y adquirir malos hábitos sobre su salud futura, tanto física como mental. Además, estudios actuales dan cuenta que el 29% de los menores de 6 años poseen malas prácticas de sueño y el 16% alimenticios. Estos efectos negativos inciden principalmente en infantes de 2 años. Además, el 55% de los niños y niñas no salen diariamente a jugar al aire libre.
Es de suma importancia entender que los cambios en las rutinas diarias y hábitos de salud están impactando en la salud de las personas, en particular en los niños se ha visto que el aumento del comportamiento sedentario durante la pandemia, aumentarían la posibilidad de presentar desregulaciones metabólicas, obesidad y trastornos a nivel de salud mental. Estos comportamientos sedentarios se observan principalmente en el aumento del tiempo que pasan los niños/as frente a una pantalla, ya sea por entretención, ocio u clases on-line, como también, la disminución de la actividad física debido a las restricciones por la pandemia.
Como forma de contrarrestar las diversas consecuencias en la salud del confinamiento producto del COVID-19, diversas organizaciones, tanto a nivel nacional como a nivel mundial, han entregado recomendaciones para mejorar los estilos de vida que se han modificado como consecuencia de la pandemia actual y que en cierto modo afectaron el rendimiento académico y cognitivo de los escolares. En este contexto, la Asociación Americana del Corazón, al igual que la Organización Mundial de la Salud, ha entregado sugerencias de ejercicios para realizar en casa, donde se propone que los niños y adolescentes dediquen al menos 60 minutos diarios a la práctica de actividad física. Por otra parte, la OMS también enfatiza en el cuidado de la salud mental, recomendando mantener rutinas estables, conservar el contacto social regular mediante dispositivos electrónicos y recurrir a fuentes informativas fiables. En cuanto a la alimentación, el Gobierno de Chile promueve que ésta sea lo más saludable posible, entregando recetas y otras recomendaciones a través del programa Elige Vivir Sano.
A medida que la crisis sigue agravándose, es esencial alentar a la comunidad a los gobiernos a invertir mucho más tiempo, recursos y esfuerzos para comprender mejor la repercusión total de la crisis sobre los ciudadanos más jóvenes del mundo. Así como promover en nuestros núcleos familiares espacios para estilos de vida saludables durante el periodo de pandemia por el COVID-19, principalmente en quienes deben estar en confinamiento obligatorio.
Lissete Ortiz, Alejandra Cruz, María Ignacia Poch, Kattia Rubilar, Valentina Inzunza, Carolina Zúñiga, Ariel Escobar y Víctor Méndez, en representación Diplomado: Hábitos de Vida Saludable en la infancia y adolescencia del Centro de vida saludable, módulo: Cerebro, Cognición, Rendimiento Escolar, Docente Igor Cigarroa Cuevas PhD.