[Opinión] Día Mundial de la Diabetes: La epidemia silenciosa

Día mundial de la diabetes 

Cada 14 de noviembre se conmemora el día mundial de la diabetes. Lejos de ser una fecha de celebración, es un día para crear conciencia acerca de esta enfermedad silenciosa. 

En estos tiempos, la diabetes es considerada una epidemia. Según la Organización Mundial de la Salud, la diabetes causó de manera directa la muerte de 1.5 millones de personas al 2019, de las cuales 48% eran menores de 70 años. En América Latina, la diabetes es la cuarta causa de muerte.  

 

Antecedentes 

La diabetes es una enfermedad crónica que ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina o el cuerpo no es capaz de utilizar efectivamente la que hay, provocando un aumento anormal del azúcar (glucosa) en la sangre. Esta es una condición común para los diferentes tipos de diabetes, que incluyen la diabetes mellitus tipo 1, tipo 2 y la diabetes gestacional.  

La diabetes mellitus tipo 1 (conocida diabetes insulinodependiente o juvenil) se caracteriza por la ausencia de síntesis de insulina. La diabetes mellitus tipo 2 (anteriormente conocida como no insulinodependiente o del adulto) se origina por la incapacidad del cuerpo para utilizar eficazmente la insulina existente. Esto es mayormente consecuencia del exceso de peso e inactividad física. Si bien es más común entre los adultos y adultos mayores, cada vez es más frecuente en los más jóvenes, incluso en niños o niñas.  La diabetes gestacional ocurre cuando se detectan valores elevados de glicemia por primera vez durante el embarazo.  

 

Lo que sucede cuando no funciona la llave 

La insulina es una hormona necesaria para regular la glicemia (concentración de glucosa en la sangre) y puede entenderse como la llave que abre la puerta para que la glucosa entre a las células y pueda ser utilizada como combustible para el funcionamiento del cuerpo. 

La intolerancia a la glucosa y la insulino-resistencia, son estados intermedios entre la normalidad y la diabetes, en los que glicemia ya comienza a mostrarse aumentada. La glicemia elevada de manera sostenida en el tiempo, causa un deterioro significativo en numerosos órganos y tejidos, tales como riñones, vasos sanguíneos y el sistema nervioso periférico. Este daño es acumulativo y ocurre de manera silenciosa; no da síntomas sino hasta que el daño está muy avanzado. Así es como la diabetes es un factor de riesgo mayor para ceguera, falla renal, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y amputación de miembros inferiores, lo cual lleva a un deterioro considerable de la calidad de vida e incluso la muerte prematura. 

 

Al alcance de nuestras manos 

Cuando se diagnostica diabetes, es fundamental seguir el tratamiento prescrito por el médico, según el tipo de diabetes. Esto incluye la incorporación de hábitos de vida saludable, el uso de medicamentos para reducir la glicemia o inyecciones de insulina. De este modo, es posible el tratamiento de la diabetes y con ello prevenir o retrasar la progresión de sus complicaciones.  

Sin embargo, el mejor remedio siempre será la prevención. La receta para el correcto funcionamiento de la llave y su cerradura está en nuestras manos: llevar una dieta balanceada, evitar el consumo de azúcares refinados, grasas saturadas y alcohol excesivo, evitar el tabaquismo, realizar ejercicio físico o actividad física de manera regular, mantener un peso corporal normal y tener un correcto descanso e higiene del sueño son las principales medidas. Además, el monitoreo periódico de la glicemia es clave para una detección temprana del riesgo de diabetes. 

Para quienes ya tienen diagnóstico de diabetes, las visitas con su profesional de la salud para el control glicémico periódico son de la mayor relevancia. También son importantes el correcto cuidado de los pies en cuanto a su higiene, calzado y tratamiento de úlceras con un profesional, el monitoreo de la presión arterial y colesterol, así como también el control preventivo de la función renal y de la visión.  

En imperante que se cree conciencia en la población acerca de las consecuencias perjudiciales de la diabetes, las cuales comienzan mucho antes del diagnóstico de la enfermedad, y que se promuevan las estrategias de prevención. Si bien la adopción de estilos de vida saludable puede parecer lo más difícil, es la clave para evitar el padecimiento de la enfermedad cardiovascular y metabólica, incluida la diabetes mellitus y sus complicaciones. 

 

Carolina Ochoa Rosales 

Epidemióloga y Bioquímico 
 

Centro de Vida Saludable 

Universidad de Concepción, Chile 

 

Departamento de Epidemiología 

Universidad de Erasmo de Róterdam, Países Bajos 


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