Semana Mundial de la Lactancia Materna 2023: “amamantar y trabajar, hagamos que sea posible”

Semana Mundial de la Lactancia Materna 2023: “amamantar y trabajar, hagamos que sea posible”

Desde el 1° y hasta el 7 de agosto se celebra en el mundo la Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM), impulsada por la Alianza Mundial Pro Lactancia Materna (WABA) entidad que trabaja en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y otras organizaciones, para promover la lactancia materna. El lema de este año es “amamantar y trabajar, hagamos que sea posible”, centrándose en la importancia del apoyo a las madres cuando se reincorporan a su trabajo para que puedan continuar con la lactancia, si así lo desean, por el mayor tiempo posible, para que las mujeres no se vean obligadas a elegir entre amamantar a sus hijos y trabajar.

Este lema intenta, a su vez, reflejar una realidad a nivel mundial: según la OMS, más de quinientos millones de mujeres trabajadoras no se benefician de medidas de protección de la maternidad esenciales en la legislación nacional y tan sólo el 20% de los países exigen a los empleadores que ofrezcan a las empleadas pausas remuneradas e instalaciones para la lactancia o la extracción de leche. Nuestro país no está distante a esta realidad, aunque el año 2011 entró en vigencia la ley 20.545, que corresponde a la extensión del postnatal de 12 a 21 semanas, el año 2013 datos de la Encuesta Nacional de Lactancia Materna informaron que aproximadamente un 63% de las mujeres encuestadas eran laboralmente inactivas.

El año 2019 se publicó la ley 21.155, promulgada por el Ministerio de la mujer y la equidad de género, estableciendo medidas de protección a la lactancia materna y su ejercicio. En ella, se reconoce el valor fundamental de la maternidad y del derecho a la lactancia materna, así como el derecho de las madres a amamantar libremente a sus hijos e hijas, respecto a las madres trabajadoras establece que: “el empleador deberá otorgar las facilidades a la madre para que extraiga y almacene su leche”, sin embargo, no se regula la creación de salas especiales de amamantamiento (lactarios), indicando solamente que su uso es voluntario y deben poseer medidas adecuadas de higiene.

Por otro lado, de las mujeres jóvenes inactivas laboralmente, un 30,4% volverían a buscar trabajo solucionando temas de cuidado, esto según la Encuesta Nacional de Empleo de la INJUV. Así mismo, datos del Instituto Nacional de Estadística señalan, que la inequidad de género en la participación laboral sigue siendo relevante, alcanzando la participación femeninae n 51,1% vs un 71,4% de hombres, con una brecha de 20,3%, aunque esta cifra es una de las más bajas registradas hasta ahora.

En relación a la lactancia, datos del 2020 indican que un 73% de las madres amamantan a sus hijos hasta el 1° mes de vida, un 69% hasta el 3° mes y luego la cifra disminuye hasta un 61% al 6° mes, cifra que supera a la prevalencia registrada el 2016 con un 57%, reflejando las diversas políticas públicas enfocadas a promover la lactancia materna y la salud del binomio madre-hijo (a), como las legislaciones mencionadas, la implementación de clínicas de lactancia, el programa Chile Crece Contigo, las organizaciones sociales y educativas enfocadas hacia la lactancia materna y crianza, también el papel que han tenido los Grupos de Apoyo a la Lactancia Materna en brindar espacios de diálogo y contención en torno a la lactancia.

La evidencia científica de los últimos años ha sido consistente en señalar que los primeros 1000 días de vida del ser humano (desde la gestación y hasta los 2 años de vida) son un período crítico para  la prevención de enfermedades que afectan a nuestra población hoy como la obesidad, hipertensión y diabetes. Dentro de esta etapa, la alimentación que recibe el lactante es fundamental, destacando la lactancia materna exclusiva (sin adición de fórmulas lácteas u otros alimentos) desde el  nacimiento, hasta los 6 meses del lactante, y posteriormente complementada con alimentos naturales hasta idealmente los dos años o más, según la madre, la familia y el niño o niña lo decidan.

Esta forma de alimentación otorga una nutrición y desarrollo óptimos y además está asociada a múltiples beneficio: para el niño o niña se encuentran el vínculo madre-hijo(a), apego seguro, reducción de enfermedades infecciosas (diarreas, virus respiratorios), alergias, contribuye al neurodesarrollo, guía la colonización intestinal con bacterias beneficiosas y es un factor protector contra la obesidad infantil a través de diversos mecanismos, siendo uno de ellos la influencia que tiene la lactancia materna en la preferencia de alimentos más saludables la etapa preescolar y en el desarrollo de la conducta alimentaria durante la infancia. En la madre contribuye a recuperar el peso pregestacional y evitar la depresión postparto entre otros beneficios. A nivel económico, evitando la compra de fórmulas comerciales costosas y también evita costos médicos asociados a intervenciones y hospitalizaciones por la mejor salud del bebé. Todos estos beneficios se traducen a corto y largo plazo en una mejor salud para la población y para el medio ambiente.

Si bien, las cifras en Chile demuestran un avance significativo en políticas públicas, aún existen brechas para facilitar la lactancia materna en mujeres con expectativa laboral. Las horas de fuero son insuficiente si no se regulan las labores de cuidado, así mismo la extracción de leche materna debe ser realizada en un lugar óptimo, cumpliendo las condiciones para que la mujer se sienta cómoda y segura, así como asegurar la refrigeración de la leche materna. Los sindicatos y organizaciones laborales cumplen a su vez un rol fundamental velando por la protección social y los derechos de la lactancia ya que el retorno laboral es una de las brechas más relevantes en la deserción de la lactancia. El mundo académico, personal de salud, los jóvenes y profesionales del área también cumplen un rol en la protección y fomento de la lactancia materna adicional al marco regulatorio de las políticas públicas y legislaciones.

Fomentar y proteger la lactancia materna debe continuar siendo una prioridad en las estrategias locales y nacionales enfocadas a la primera infancia, en Chile si bien se han implementado diversas acciones aún es necesario dirigir recursos y acciones para lograr esta meta, como por ejemplo, en atención primaria de salud aumentar las clínicas de lactancia, promover la creación de Grupos de Apoyo a la Lactancia Materna, certificar al personal de salud a nivel nacional en promoción de la lactancia materna. En el ámbito laboral la habilitación de salas de lactancia para las madres que se reincorporen al trabajo e incluso, considerar el aumento del período postnatal, pues se ha visto que es una estrategia efectiva para aumentar la prevalencia de lactancia materna exclusiva. Se hace necesario a la vez fomentar la investigación científica, para disponer de información local y aumentar el conocimiento que tenemos de este tema en población chilena, lo que ha demostrado aumentar la efectividad de estrategias locales en salud pública.

Nicole Lasserre-Laso

Nutricionista, MSc. Nutrición Humana

 Académica Escuela Nutrición y Dietética Universidad Santo Tomás

 Investigadora Consorcio ELHOC Research

 


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